Todo el año, los Reyes Magos de Oriente están presentes en Ibi, un pequeño pueblo en el interior de Alicante. Desde la década de los 70, se encuentran adornados en mármol en la plaza que recibe su nombre.
Es la cuna del juguete. Cualquier niño hubiera soñado con vivir en Ibi, una villa en España que contaba con las mejores fábricas de juguetes. Durante su época en auge, hubo más de 70 fábricas de juguetes que llegaron a estar muy solicitadas en el país. En Ibi se fabricaron cochecitos, cocinitas, futbolines y muñecas muy famosas.
En la antigua fábrica de juguetes Payá fue donde comenzó todo y, donde actualmente, se encuentra el Museo del Juguete de Ibi. El Museo de Ibi es un libro abierto en el que se cuenta la historia de la primera empresa juguetera de España, establecida por los hermanos Payá en 1905.
En el interior del Museo podemos admirar algunos de los juguetes más antiguos que han sido obsequiados por los habitantes, por los empleados de la fábrica Payá y otros donantes. Para cualquier coleccionista el Museo de Ibi puede ser el paraíso de cochecitos y antiguas tartanas en miniatura, automóviles, aviones, un caballo de arrastre, carritos, cocinitas, etc. Muchos de estos juguetes están fabricados cuidadosamente de hojalata, el material que predominaba antes del plástico.
De miniaturas de coches a material militar
En el año 1900, la población de Ibi no llegaba los 3.600 habitantes y la principal actividad que desempeñaban los ibenses era la agricultura. No obstante, debido a su ubicación geográfica, en un área abrupta donde las lluvias son escasas y los suelos inadecuados, las cosechas no siempre se desarrollaban adecuadamente.
En el sector del juguete, Payá Hermanos S.L. era un ejemplo a seguir. Aunque en Ibi no fueron los únicos que utilizaron este mercado. Al pasar el tiempo, surgieron nuevas compañías como Rico S.L., González y Cía, Claudio Reig Company, Alfredo Martínez Guillem, La Mecánica Ibense S.L., Manuel Picó Gisbert, Juguetes Feber, entre otras.
En aquellos años, todos ellos contribuyeron a la fama de la villa del juguete y al aumento del empleo en Ibi. En el siglo XX, la población de Ibi pasó de poco más de 4.000 a más de 23.000. Aunque no siempre se creó “magia” en él.
Con el estallido de la Guerra Civil, la fabricación de los juguetes tomó un enfoque bélico. SE fabricaban balas, cápsulas y objetos de guerra.
El pueblo de los niños
Con el tiempo Ibi se convirtió en el pueblo que cualquier niño disfrutaría, perfecto para cualquier escapada en familia. Lo más llamativo de la villa de Ibi son sus parques tematizados: el parque de Pocoyó, el del barco pirata, el de los Reyes Magos, el parque de Fofó. Incluso está el parque de la Tartana, la primera miniatura fabricada por los hermanos Payá.
Para los que son más mayores también hay juguetes. Aparte del mencionado Museo Valenciano del Juguete, en Ibi existe también el Museo Arcade Vintage, donde se pueden ver y jugar con las máquinas de arcade que tuvieron un gran impacto en una época. El Museo de la Biodiversidad y el Museo de la Fiesta son otros lugares muy entretenidos donde se pueden ver algunas de las festividades más importantes del pueblo, como la Cabalgata de Reyes, Els Enfarinats o las Fiestas Patronales de Moros y Cristianos, que se celebran en septiembre.
En Ibi no solo hay juguetes, también hay una gran tradición heladera; una tradición que tiene origen en los 70, cuando se fundó en Ibi a Asociación de Industrias Alicantinas del Helado y Derivados. A esta asociación pertenecen los 58 millones de litros de helado que se comercializan cada año.